Los estudios demuestran que un menor sin ningún tipo de retención multiplica por cinco las posibilidades de sufrir lesiones mortales y que nueve de cada diez lesiones infantiles graves o mortales podrían evitarse si llevaran Sistemas de Retención Infantil.
De media, todos los años cerca de la mitad de los vehículos controlados durante la Campaña de Vigilancia de Transporte Escolar incurre en irregularidades.
La legislación actual no obliga a usar Sistemas de Retención Infantil en el transporte escolar, ni cinturones de seguridad adaptados al peso y la altura del menor. Por lo que está permitido el traslado de menores sin ningún dispositivo de seguridad a pesar de los riesgos mortales que supone.