Ahora, lo último, son los Matrix LED o faros LEDmatriciales: lo último que podemos encontrar en cuanto a tecnología y seguridad.

Como su propio nombre indica, no están compuestos por un único elemento, como sucede con las bombillas o el xenon. Se trata de una formación con múltiples diodos luminosos, capaces de trabajar de forma independiente unos de otros. Para entendernos, el ordenador del coche, es capaz de encender los que quiera y apagar los que quiera al instante.

Por la noche, el sistema enciende automáticamente las luces y lo hace en modo carretera o largas. Las cámaras que tiene el coche, escanean todo lo que pasa delante. Y cuando detectan otro coche apagan los diodos luminosos precisos para crear una sombra en el lugar del otro coche.

Es parecido al típico juego de luces y sombras donde se proyecta una luz y se hacen sombras con las manos. El ordenador del coche sigue el camino del otro coche y va moviendo la sombra mientras nosotros también nos movemos. Y lo hace con coches en sentido contrario y en el nuestro también.

Con este sistema, la diferencia entre cortas y largas se difumina en un nuevo modo capaz de adaptarse a lo que sucede en la carretera. Y es posible juntar las ventajas de las luces de carretera, como la intensidad de su haz de luz, el espacio que iluminan, la claridad… Junto con las ventajas de las luces normales, sin deslumbrar a otros conductores, sin tener que ir cambiando de cortas a largas cuando aparece otro vehículo.

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