El uso de la bicicleta en España ha crecido un 40% desde 2019. Ahora, hasta 11 millones de personas utilizan este medio como transporte. Es, precisamente, la presencia de estos ciclistas, gracias a lo cual se ha producido una mejora en la adaptación de las calles, con más carriles bicis adecuados para su circulación.
Unos carriles bici muy comunes son aquellos más próximos a la acera, lo que pone a los ciclistas en especial peligro en relación a los conductores de los vehículos estacionados, quienes pueden abrir la puerta sin prestar atención ni percatarse de su aproximación.
Y es que, generalmente, los conductores estacionan su coche, miran por el espejo retrovisor para ver si viene algún vehículo y se bajan. Sin embargo, los coches no son los únicos vehículos que circulan por la calzada: también circulan bicis, motos y patinetes, que se acaban convirtiendo en los principales afectados por el doored o dooring, un término derivado del inglés que hace referencia a la típica situación que sufren los ciclistas y motoristas al ser golpeados por la puerta de un coche.
Salir del coche una vez se ha estacionado el vehículo tiene bastante más peligro del que parece en un principio, tanto para los ocupantes del mismo como para el resto de usuarios de la vía. Los que están dentro no ven bien lo que sucede en el exterior, mientras que los de fuera se pueden encontrar con la apertura de la puerta sin tiempo para evitar un impacto.
Esto ocurre porque en la mayoría de los casos, sin saberlo, conductores y copilotos suelen abrir la puerta de su vehículo con la mano equivocada. Un mal uso que ahora conlleva una multa de 260 euros, según laDGT.
Por ello, si queremos llevar a cabo las mejores prácticas en lo referente a la seguridad vial y bicicleta, Holanda es un país del que podemos aprender mucho y en el que nos deberíamos fijar, pues es precisamente de este lugar de donde procede la extendida recomendación de abrir la puerta del coche 'a la holandesa'.
El consejo de Ponle Freno firmado por Helena Resano
Helena Resano, la presentadora de laSexta Noticias 14 Horas, transmite a los conductores uno de los ejemplos que permiten mejorar la convivencia con otros vehículos de una manera más fácil de lo que pensamos y así evitar que se produzcan accidentes: “Al abrir la puerta del coche puedes derribar a un motorista, un ciclista o un patinador” arranca el spot, para recomendar que, “si abres la puerta con el brazo contrario, te obligas a mirar si viene alguien. Con un gesto así de sencillo, puedes evitar un siniestro”.
De dónde viene y en qué consiste
A raíz del extendido problema del doored o dooring, con el que cada año miles de ciclistas y motoristas son golpeados por conductores descuidados, Holanda creó una técnica que consiste en abrir la puerta del vehículo con la mano más lejana a la puerta, lo que dependerá de nuestra posición dentro del vehículo.
Abrir la puerta del coche 'a la holandesa', consiste, básicamente, en usar la mano contraria al lado desde el que nos bajamos, es decir, utilizar la derecha si estamos sentados en el lado izquierdo y viceversa. De esta forma, los usuarios que vayan a salir de su vehículo se obligan a girar el cuerpo y, por tanto, mirar bien hacia afuera y hacia atrás para comprobar que no pasa nadie.
Si estamos conduciendo, deberemos abrir la puerta con la mano derecha. Esto hace que el torso gire y resulte más natural mirar hacia atrás, lo que podría evitar la colisión con un ciclista, ya que la vista tiende a posicionarse sobre el lateral y el sector trasero del coche.
Los holandeses llevan más de 50 años aplicando este método y se incluye dentro de los puntos a superar en el examen de conducir, y es que se calcula que allí hay unas 18 millones de bicicletas circulando para una población de 17 millones de personas. Por ello esta práctica es tan relevante.
Qué supone el uso de esta maniobra
Aunque no es obligatorio en España, la DGT recomienda adoptar esta técnica en nuestro día a día para evitar impactos con ciclistas, motoristas y otros usuarios de la vía. Es la forma más segura de bajarse del coche con seguridad, según asegura la Guardia Civil de Tráfico y es que, abrir la puerta de esta forma no solo aumenta la seguridad del resto de usuarios, sino la nuestra, debido a que también evitaremos ser atropellados por vehículos que circulen al lado de nuestro coche aparcado.
Ese simple gesto hace que podamos percibir mejor la cercanía de un vehículo que circula pegado al nuestro y anula el ángulo muerto. Es una manera sencilla de controlar mucho mejor a los vehículos que se aproximan al nuestro y evitar así abrir la puerta en un momento inadecuado impidiendo que se produzca un golpe.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que esta práctica debe ser complementaria a la de mirar por los retrovisores antes de abrir la puerta del coche. Especialmente, en calles estrechas donde pueden circular bicicletas, motos, patinetes eléctricos o peatones, cerciorarse de que no hay peligro antes de salir del coche puede ser la diferencia entre provocar o no un accidente.