En el borrador del nuevo reglamento de formación de conductores elaborado por la DGT figura la presencia obligatoria para el teórico, concebida para concienciar sobre accidentes de tráfico, colectivos de riesgo en la circulación, factores de riesgo como la velocidad, el alcohol o la drogas, o las distracciones al volante.
"Las autoescuelas digitales no vamos a poder captar alumnos y para ellos va a ser un problema de importancia por el incremento de costes para sacarse el examen teórico", ha señalado Miguel González-Gallarza, portavoz de la Plataforma de Autoescuelas Digitales (PAD), que en los últimos cinco años han dado servicio a más de 70.000 alumnos para sacarse el teórico.
Esta plataforma agrupa a varias autoescuelas digitales cuyo negocio se basa en una suscripción mensual o un paquete cerrado por un periodo de unos seis meses para tener acceso a los contenidos y presentarse, por libre o con la intermediación de la autoescuela vía postal.
Esta nueva exigencia para presentarse al examen teórico se dio a conocer el pasado noviembre durante el proceso de información pública del texto, y el borrador ya ha sido remitido al Ministerio de Interior.
El objetivo de estas horas teóricas de formación presencial obligatoria es superar la formación tradicional "basada en el aprendizaje de normas, señales y habilidad en el vehículo" e "incidir de forma preventiva en la accidentalidad futura", según la subdirectora de Formación de la DGT, María Lidón Lozano.
"Distintos estudios europeos indican que para concienciar es mucho mejor la formación presencial", ha asegurado Lozano, que ha puesto como ejemplo el buen resultado de los cursos de sensibilización para recuperar puntos del permiso
La responsable de Formación de la DGT ha admitido que el organismo ha valorado las observaciones remitidas por las autoescuelas digitales, pero a su juicio estas ocho horas presenciales son "muy pocas" y no cierran la posibilidad de que un futuro conductor se prepare el resto del teórico a través de internet.
Por su parte, las autoescuelas digitales consideran que esta exigencia no solo acaba con su modelo de negocio, al facilitar la captación de alumnos a los centros presenciales, sino que es "un freno a la tecnología" y a la "digitalización de la educación".
Las autoescuelas digitales ya han transmitido el caso a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) por considerar este requisito una "barrera a la competencia" que "no es necesaria ni proporcionada".