En 2019 el porcentaje de conductores fallecidos con resultados positivo de alcohol o drogas fue del 39% y más de 48.000 conductores fueron condenados por conducir bajo los efectos de estas sustancias.
Ante el aumento de los controles, Tráfico ha publicado en su perfil de Twitter una infografía en la que explica con una línea de tiempo cómo funcionan los controles y qué se hace en cada caso.
Los Puntos de Verificación de Alcoholemia y Drogas que se establecen, tanto en las campañas especiales de vigilancia y control como en los controles aleatorios que se llevan a cabo de manera habitual, siempre buscan garantizar la seguridad de los agentes y la de los usuarios de la vía a los que se requiera para la realización de las pruebas.
1- En primer lugar, los agentes informan al conductor de sus derechos y obligaciones y le piden hacer una prueba.
- En caso de que el conductor se niegue, se abren diligencias para una propuesta de sanción.
- En el caso de que el conductor acceda a realizarse una prueba, con el aire se medirá el nivel de alcohol y con el fluido oral se determinará si se ha consumido recientemente alguna sustancia como cannabis, cocaína, opiáceos, anfetaminas o metanfetaminas, se realizará dicho test.
2- Tras la prueba, los agentes comunican el resultado.
- Si es negativo, el conductor podrá continuar con su trayecto.
- Si es negativo, pero tiene síntomas, se abren diligencias y se inmoviliza el vehículo.
- Si el resultado es positivo, se realiza la denuncia administrativa y se inmoviliza el vehículo. El conductor puede pedir una prueba de confirmación en sangre.
3- Por último, cuando el test en carretera confirma la presencia de drogas, es necesaria una prueba de confirmación en un laboratorio, que confirma si hay presencia o no de sustancias. Este resultado se utiliza para la sanción del conductor.