Según el Instituto Nacional de Toxicología, los datos son abrumadores. Un amplísimo porcentaje de conductores y peatones fallecidos daban positivo en alcohol o frogas. El 42% de los conductores fallecidos analizados daba positivo.

Y no sólo eso. Casi el 40% de los peatones fallecidos también había tomado alcohol, drogas o psicofármacos. Aún así, en la última década se ha conseguido reducir a la mitad la cifra de víctimas mortales. 

Según Pere Navarro, Director de la DGT, en el 2001 había 5.500 muertos y ahora unos 2.500, tres mil fallecidos menos. Del total, 600 se dejaron la vida transitando en una ciudad (300 atropellados, 200 motoristas y 100 en turismos).

Sin embargo, hay menos muertes y menos lesionados graves. De hecho, la Ministra de Sanidad, Leire Pajín, afrima que las lesiones medulares han bajado un 41%.

Y un dato curioso: el porcentaje de muertes de conductores se eleva en los festivos y el fín de semana. Todo lo contrario que los peatones, que fallecen más en días laborables.