Hasta un 25% de los conductores españoles de entre 18 y 30 años nunca se han examinado la vista, como adelantan desde el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas de España (CNOO). A esto se le suma que un cuarto de la población de nuestro país con acceso a un vehículo padece algún tipo de dificultad en la vista, y casi la mitad no se la revisa anualmente.

Por otra parte, también se recoge que hasta un 12% de los conductores evita las gafas de sol mientras se desplaza en coche de día. Esto conlleva importantes problemas como deslumbramientos, fatiga visual o pérdida momentánea de visibilidad, al producirse un cambio brusco en la iluminación.

No obstante, aunque muchos de los problemas relacionados con la vista, mientras se conduce de día, pueden resolverse con el uso de unas gafas de sol homologadas, no ocurre lo mismo al circular durante la noche.

En este caso, al producirse una reducción de la agudeza visual de hasta un 70%, el riesgo de accidente se multiplica de manera considerable. Esto supone, además, un mayor inconveniente en personas mayores, o al circular a gran velocidad. Puesto que a partir de los 50 años, aumenta el tiempo necesario de recuperación ante un deslumbramiento. En cuanto al aumento de la velocidad, a partir de 65 km/h, el campo de visión pasa de 104 grados, a 70; y al superar los 130 km/h, este se reduce a tan solo 30 grados.