Con este refuerzo de la vigilancia la DGT busca reducir la siniestralidad vial, ante los 17 millones de desplazamientos previstos en el operativo especial con motivo de las festividades navideñas.
En concreto, ha invertido 6,7 millones de euros en la compra de 156 nuevas furgonetas transformadas y habilitadas para la realización de dichas pruebas y para atestados y que se suman a las 40 que la DGT entregó a principios de verano. Los controles tendrán lugar en las provincias con mayor número de accidentes en los que el consumo de alcohol y otras drogas ha sido un factor concurrente.
Además, la DGT ha destinado otros 7,7 millones de euros en la compra de 746 etilómetros y 500 lectores de drogas, así como en la adquisición de 23.400 kits multidroga.
Ambas partidas son consecuencia de la obligación legal y moral que tiene la DGT de que el 100% de lo recaudado en sanciones vaya destinado a cuestiones relativas a la seguridad vial.
El director de la DGT, Gregorio Serrano, ha subrayado que le objetivo último es el de disuadir a los conductores de ponerse al volante si han ingerido alguna sustancia psicoactiva. En este sentido, ha enfatizado que los controles preventivos, junto a la educación vial, es uno "de los instrumentos más eficaces para evitar accidentes".
Además, con el objetivo de que las pruebas de alcohol y drogas sean más dinámicas a partir del año que viene, todas las patrullas motorizadas de la agrupación de tráfico estarán dotadas de detectores móviles de alcohol y drogas de última generación.