Las medidas de seguridad existentes hasta ahora mostraban ciertas carencias, por eso siete empresas españolas han decidido diseñar una tecnología pionera que permite detectar un impacto antes de que se produzca.
Con este sistema el coche no reacciona cuando siente la colisión, si no que, gracias a dos cámaras de última generación, la ve y se anticipa. Estos dispositivos son capaces de determinar el objeto que va a impactar y su tamaño de manera tridimensional, además averiguan la zona del impacto.
A partir de ese momento, se activa un airbag externo que se despliega de abajo hacia arriba y es capaz de absorber parte de la energía del choque y distribuirla de forma uniforme por todo el lateral del vehículo. Y eso en tan solo 80 milisegundos, tiempo en el que también se hincha la barra anti-intrusión que da rigidez a la puerta y desplaza el asiento para que se active otro airbag interior. Además, nos permite proporcionar una estrategia de protección para cada tipo de coche y cada ocupante.
Han sido cuatro años de investigación que hoy ha visto la luz en Valladolid y que en un futuro podría servir para reducir el 40% de las lesiones mortales en choques laterales.