Con el apoyo de todos los grupos, salvo Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, la reforma ha sido aprobada de forma definitiva al no incluirse ninguna enmienda sobre el texto que salió del Congreso y que corrige la reforma del año 2015 del Código Penal, que establecía el castigo por el abandono del accidente si la víctima seguía viva, pero no si había fallecido.
Este fue el caso de Anna González, la mujer que impulsó #PorunaLeyJusta, la campaña que dio vida a esta reforma, después de que su marido falleciera en 2013 cuando circulaba en bicicleta atropellado por un conductor que se dio a la fuga, para que casos como este no quedaran impunes.
A partir de hora, abandonar el lugar del accidente si éste es fruto de una imprudencia propia estará penado con de dos a cuatro años de prisión. Si fuera fortuito, el castigo sería de tres a seis meses de cárcel.
El texto ha salido adelante con 222 votos a favor, 17 en contra y ninguna abstención, tras rechazar las diez enmiendas de Unidos Podemos, cuya senadora Celia Cánovas ha dicho estar de acuerdo con el fondo de la ley, no con la forma.
Sus enmiendas pretendían "mejorar" tanto el Código Penal como la legislación civil que afecta la indemnización y la reparación de las víctimas de accidentes, según la senadora.
La norma, además de introducir el delito de abandono del lugar del accidente, endurece las penas a los conductores imprudentes al volante que causen accidentes con muertos o heridos.
Establece que aquellos conductores que causen accidentes con varios muertos se enfrentarán hasta a nueve años de cárcel.
Un delito contra la seguridad vial que cause fallecidos o heridos será siempre tipificado como imprudencia grave y castigado con penas de entre 1 y 4 años de prisión; pero si esa imprudencia casa al menos dos muertos o uno y un herido muy grave, se podrá condenar a seis años. Si son "muchos" los fallecidos, el castigo puede ser hasta de 9 años de prisión.
Las imprudencias menos graves al volante con resultado de lesiones leves, según el texto, pasarán a castigarse por la vía penal y no por la administrativa como hasta ahora.
La sesión ha contado con la presencia de Anna González, que en 2016 lanzó la campaña para evitar la impunidad de casos como el que acabó con la vida de su marido y ha logrado conseguir el apoyo de más de 326.000 personas a través de la plataforma Change.org.
Ella se ha mostrado "muy satisfecha" de que se apruebe una ley "para personas", que a partir de hoy contarán con una protección en caso de la fuga del conductor o en caso de sufrir lesiones en carretera. "El que se fugue la va a pagar", ha declarado en una rueda de prensa horas antes de la votación.
No ha sido la única familiar y víctimas de accidentes, o representantes de asociaciones y colectivos de ciclistas que ha asistido en la Cámara Alta a la votación. La Asociación DIA ha mostrado su satisfacción y ha fijado el nuevo objetivo: el baremo de indemnizaciones.