Son algunos de los resultados de la campaña especial de vigilancia al transporte escolar que la Dirección General de Tráfico puso en marcha del 4 al 8 de febrero, con el objetivo de comprobar que este tipo de vehículos cumplen con la normativa.

Tráfico destaca que en comparación con la campaña del pasado año, han bajado los positivos en alcohol y drogas con ninguna sanción en el primer caso y dos en el segundo, al tiempo que han disminuido las multas a conductores por exceso de velocidad, que han sido tres frente a las nueve de la anterior campaña.

Además, seis autobuses escolares de los que llevan ya incorporados cinturones de seguridad fueron sancionados porque estos elementos presentaban anomalías de funcionamiento.

La mayoría de las irregularidades detectadas en los controles por los agentes de la Guardia Civil han estado relacionadas con cuestiones administrativas tales como no disponer de la autorización especial para realizar transporte escolar, lo que ha supuesto la denuncia a 963 vehículos o no tener suscrito un seguro de responsabilidad ilimitado, por el que fueron sancionados 315.

Los agentes han comprobado que 88 vehículos de transporte escolar presentaban deficiencias en las puertas de servicio y emergencias, así como en sus dispositivos de accionamiento y otros 11 fueron denunciados por no tener en regla la Inspección Técnica de Vehículos.

Además, 122 vehículos controlados no llevaban la correspondiente señal V-10 de transporte escolar y otros 28 carecían del dispositivo luminoso con señal de emergencia.

Por último, en lo que se refiere al exceso de tiempo de conducción o minoración del descanso, 21 conductores fueron denunciados por este motivo y otros 26 por no llevar a bordo del autocar una persona encargada del cuidado de los menores, cuando así procedía.