La Dirección General de Tráfico puso en marcha entre el 5 y el 11 de junio la citada campaña para "poner fuera de la red viaria" a aquellos conductores que habían bebido o habían consumido drogas, y durante la misma se han practicado casi 159.000 pruebas.
Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil han realizado 1.959 pruebas de detección de drogas a conductores que presentaban algún síntoma de ese consumo, o que habían cometido alguna infracción o que se habían visto implicados en un accidente, según ha informado hoy la DGT.
De los 1.959 conductores sometidos a ese test salival, 657 resultaron positivas, un 33,5% del total.
Como viene siendo habitual, entre las drogas más consumidas están el cannabis (442 casos), la cocaína (268 casos) y las anfetaminas (88).
La DGT ha destacado que estas pruebas de saliva se están incrementando progresivamente con la idea de generalizarlas y que se hagan de manera similar a las de detección de alcohol, tras detectarse un alto porcentaje de conductores que conducen con presencia de drogas y alcohol al volante.
El último estudio hecho por la DGT al respecto se desveló que el 12% de los conductores elegidos al azar en carretera dieron positivo en alcohol y drogas por encima de los límites legales.
En lo referente al consumo de alcohol, en la campaña de la semana pasada se realizaron 156.982 pruebas en las que dieron positivo 1.626 conductores.
De éstos, 1.438 fueron detectados en controles preventivos, 93 tras haber cometido una infracción, otros 80 por estar implicados en un accidente y 15 más por presentar síntomas evidentes de ingesta de alcohol.
De los 1.626 conductores que dieron positivo, a 1.395 se les ha abierto expediente sancionador por vía administrativa, mientras que a los 231 restantes se les han instruido diligencias para su posterior traslado a la autoridad judicial por superar la tasa de 0,60 en aire espirado.
Además, contra 11 conductores se han abierto diligencias y han sido puestos a disposición judicial por negarse a realizar las pruebas de alcoholemia.
La DGT ha destacado el caso del conductor de un camión de 40 toneladas que fue interceptado en la N-340 a su paso por Totana (Murcia) y arrojó una tasa de 0,77 y 0,75 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, quintuplicando así la tasa máxima permitida para los conductores profesionales (0,15 miligramos por litro).
Ha subrayado también que el conductor de un turismo que fue parado en Coruña arrojó en la primera prueba un resultado de 1,22 (el máximo es 0,25) y la segunda no fue capaz de realizarla, quedándose dormido en el desarrollo de la misma. Los agentes tuvieron que despertarle y llamar a los servicios sanitarios, que le trasladaron al Hospital Clínico Universitario de Santiago.