El departamento que dirige Pere Navarro ha alertado del incremento de este tipo de infracciones y ha añadido que, además, casi todas fueron realizadas en carreteras convencionales, "las más peligrosas y en las que una velocidad inadecuada puede costarle la vida a un motorista".
El pasado fin de semana del 9 y 10 de septiembre, Tráfico llevó a cabo una campaña especial de vigilancia y control en las carreteras, especialmente frecuentadas por motoristas, que se ha saldado con 617 denuncias formuladas, sobre un total de 14.533 motocicletas vigiladas.
La mayor parte de los controles, 10.906, se llevaron a cabo en carreteras convencionales. "Estas siguen siendo las más peligrosas para los motoristas al concentrarse en ellas el 77% de los siniestros mortales de este tipo de vehículos", según ha explicado el responsable de la DGT.
La infracción más común ha vuelto a ser el exceso de velocidad, con 252 denuncias formuladas. Por el contrario, ha descendido la cifra de motoristas bajo los efectos del alcohol y otras drogas, respecto al año anterior.
Además, 12 motoristas fueron sancionados por no llevar el casco o hacerlo de forma inadecuada; otros 12 por conducción temeraria; y 11 más por realizar adelantamientos antirreglamentarios. Comportamientos peligroso si tenemos en cuenta que hasta el 21 de septiembre han perdido la vida 209 motoristas, según advierten desde la DGT.
Además, Tráfico ha destacado las denuncias puestas por carecer de la ITV en vigor, por el uso de silenciadores o por no contar con un seguro obligatorio o la documentación del conductor, entre otras.
El colectivo que más ha aumentado su siniestralidad en lo que llevamos de año es el de los motoristas. Hasta el 3 de octubre han perdido la vida en las carreteras españolas 226 personas, 19 más que en el mismo periodo de 2022.