En 2018 ha habido 200 muertes menos que el año anterior, pero aún así 25.100 personas han fallecido por accidentes de tráfico solo en un año en la UE.
De media, en la Unión Europea se producen 49 muertes por cada millón de habitantes. El país con menos muertes por accidentes de tráfico es Reino Unido, con 28 fallecidos por millón de habitantes, seguido de Dinamarca (30) e Irlanda (31).
España, con 39 fallecimientos por millón de habitantes, se posiciona en el séptimo lugar, la misma posición que en 2017 en una lista de 28 Estados miembros que cierran Bulgaria (88) y Rumanía (96).
Los mayores progresos en seguridad vial medidos en vidas perdidas en el asfalto los ha hecho Eslovenia, el país de origen de la comisaria de Transporte, al reducir un 13 % las muertes en accidentes, Lituania (-11 %) y Bulgaria (-9 %). España ha registrado una reducción del 1 %, en línea con la media de la UE.
Entre 2010 y 2019, los accidentes mortales de tráfico en la UE han descendido un 21 %, según los datos de la Comisión Europea (CE).
Quienes más sufren las consecuencias de la circulación vial son los ciclistas (8 %), los motoristas (26 %) y los peatones (31 %), colectivos que registran casi la mitad de las muertes contabilizadas, es decir, unos 12.500 personas.
Cabe destacar, además, que las áreas urbanas son especialmente mortales para los viandantes, con un 40 % de los decesos.
Por grupos de edad, los más afectados son quienes tienen entre 25 y 49 años (34 %), el tramo con más conductores, seguidos de los mayores de 65 años, que registran el 28 % de los accidentes mortales y de los menores de 25, con el 17 %.
La Comisión Europea destaca que las estadísticas han empeorado en los últimos años para los mayores de 65 años, que en 2010 suponían el 18 % de las muertes y en 2018 el 28 %, aunque es cierto que la población europea tiende al envejecimiento, lo que implica que haya más personas en ese grupo de edad.
El factor humano se posiciona como la principal causa de la siniestralidad y se refleja en el uso del móvil, el consumo de alcohol, drogas o las distracciones al volante. El objetivo más inmediato de Europa es combatir estas prácticas.
Además, el objetivo europeo a medio plazo es reducir a la mitad el número de accidentes mortales o graves entre 2020 y 2030, aunque parece que esta meta se aleja de la más inmediata: reducir los 15.750 en 2020, y las nuevas tecnologías se han posicionado como una herramienta clave para alcanzar el objetivo de cero muertes en 2050 en las vías de la UE.