En las últimas semanas, se ha conocido el último método para controlar el exceso de velocidad: los radares en cascada. Consiste en colocar un radar móvil y, pocos kilómetros después, otro radar fijo. Así, se captará a los conductores que reducen la marcha solamente al paso del radar y luego vuelven a acelerar.
El método se ha estrenado en Navarra. Según ha informado el portal Navarra.com, se utilizó sobre todo en la Semana Santa en la Comunidad Foral. Parece que los planes de la DGT son extender este tipo de radares a más comunidades autónomas y utilizarlos, especialmente, en momentos con más densidad de tráfico, como sucede en las operaciones salida.