Las salidas de vía, los alcances o los atropellos son los tipos de accidente más frecuentes producidos por distracciones en la conducción.
Solo en el año 2010 los despistes causaron 608 accidentes mortales en los que fallecieron 684 personas y 288 resultaron heridas graves.
Después de hablar un minuto y medio por el móvil, incluso usando un manos libres, se dejan de percibir el 40% de las señales y el riesgo de tener un accidente se multiplica por cuatro.
Diversos estudios desvelan que cuando se contesta a una llamada la velocidad media baja un 12%, el ritmo cardiaco se acelera bruscamente y se tarda más en reaccionar, por lo que el riesgo puede ser equiparable a conducir con exceso de alcohol.
Poner la radio o ajustar el navegador, comer, buscar algo en la guantera, maquillarse, observar otros accidentes, también son factores de distracción que en numerosas ocasiones acaban en accidentes con víctimas y que también son objeto de control durante esta campaña.
Por ejemplo, encender un cigarrillo supone perder de vista la carretera durante cuatro segundos, lo que a 120 kilómetros por hora equivale a recorrer sin control una distancia superior a un campo de fútbol.
Seis segundos se emplean en sintonizar la radio o en poner un disco, ocho segundos en responder a una llamada y trece en marcar un número de teléfono.
"Al volante, solo el volante" es el mensaje de esta campaña especial de sensibilización y concienciación de los peligros que entrañan las distracciones, en la que los agentes de la Guardia Civil de Tráfico intensificarán los controles en las carreteras.
La labor de vigilancia de los agentes se va a complementar con una campaña informativa en radio y en los paneles informativos instalados en las principales vías.
En 2010, 136.123 conductores fueron sancionados por utilizar el teléfono móvil mientras conducían, un 3 por ciento más que el año anterior.
La DGT aconseja a los ciudadanos, sean conductores o no, que antes de llamar a un móvil piensen si el destinatario puede ir conduciendo.
En el caso de los peatones, hablar por el móvil también es un factor de riesgo, ya que se suele caminar abstraído, sin prestar atención al tráfico.