El contrato tiene como fin conocer la situación de la superficie, pero también estructural de la red viaria nacional. Para ello, contempla realizar trabajos para recabar datos sobre la velocidad del tráfico y el suministro de información en las vías españolas. En definitiva, se pretende obtener conocimiento sobre la comodidad en la conducción y también índices de fisuración de los pavimentos.
Además, se prevé mejorar regularidad de la superficie del firme en las carreteras, para reducir el consumo de combustible, de gases de efecto invernadero y fomentar una mayor sostenibilidad en la infraestructura.
Está previsto que tras la obtención de los datos, se podrán conocer los resultados en un en un plazo máximo de cuatro meses.