Cinco veces al día, durante los últimos 20 años, José María Gracia 'Machillo' se colocaba junto a la entrada del colegio y controlaba el tráfico de la carretera nacional N-232 que divide al pueblo en dos.

Con su chaleco reflectante y ayudado de una señal de stop, el 'hombre semáforo' avisaba a los conductores de que parasen para permitir cruzar tanto a niños como a mayores. "Estoy encantado y lo hago porque quiero mucho a mi pueblo. Aquí estaré mientras pueda", explicaba José María hace poco más de un año. En mayo de 2018 ha fallecido a sus 74 años.