El péptido fue potente contra una variedad de virus que contienen colesterol, incluyendo el virus del Nilo Occidental, el dengue, el sarampión y el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

El autor de esta investigación, Atul Parikh, de la Universidad de California en Davis, Estados Unidos, y la Universidad Tecnológica de Nanyang, Singapur ha explicado que aunque hay muchos  medicamentos antivirales en el mercado, un problema común es que el virus aprende a evadirlos., volviéndose resistente al tratamiento farmacológico.

De hecho, ha añadido,"dado que el péptido derivado del VHC parece satisfacer esta necesidad, pensamos se dirige al talón de Aquiles de los virus, un revestimiento de lípidos o membrana envolvente con menor probabilidad de volverse resistente a los medicamentos".

Se sabe que el péptido a-helicoidal (AH) del VHC tiene amplias propiedades antivirales; la misma propiedad que permite que el péptido secuestre las estructuras de la célula huésped para la replicación del VHC también produce rupturas en las membranas virales, exponiendo el genoma viral para acoger las enzimas que destruyen los patógenos.

Los investigadores creen que el péptido AH probablemente muestra actividad antiviral de amplio espectro porque se dirige a membranas ricas en colesterol compartidas por muchos virus (esta conservación evolutiva es importante porque los virus serían lentos en el desarrollo de resistencia).