Para alcanzar esta conclusión, los científicos, cuyo trabajo ha sido publicado en la revista 'JAMA Pediatrics', analizaron los factores psicosociales de 311 niños de 12 y 18 años y, cuando cumplieron 28 años, observaron los depósitos de calcio en las arterias de los participantes, ya que es una de las principales causas de riesgo de ataques al corazón debido a que se estrechan los vasos sanguíneos.

El equipo de investigadores comprobó que los que habían tenido un alto bienestar psicosocial, durante la juventud, tenían un 15% menos probabilidades de tener depósitos de calcio y, por tanto, de sufrir un ataque cardiaco.

En concreto, durante el estudio, alrededor del 18% de los participantes (55) tenían algo de calcificación en las arterias, de los cuales 28 tenían niveles bajos de acumulación, 20 cantidades moderadas de calcio y 7 depósitos sustanciales.

Los investigadores explicaron que el estrés, durante la juventud, puede provocar cambios en el funcionamiento metabólico que, posteriormente, derivan en depósitos de calcio en las arterias. 

"Para un adulto que ha tenido una infancia estresante, el mejor enfoque consiste en estar al tanto de su riesgo cardiovascular, con el fin de reducirlo a través de una dieta saludable, actividad física y reducción del consumo de cigarrillo", ha zanjado el experto del Hospital de Niños de Colorado (EEUU), Stephen Daniels.