Con la utilización de este nuevo biomarcador se podría mejorar la atención a estos pacientes, evitaría intervenciones que pueden incidir negativamente en su evolución y permitiría plantear terapias alternativas de forma temprana más adecuadas para cada caso.

Este bormarcador está basado en un parámetro que ofrece información imprescindible y muy útil para conocer el estado y evolución del tejido cerebral: la difusión del agua y su variación en una metástasis cerebral asociada a la evolución clínica de ésta.

El investigador del Centro de Biomateriales e Ingeniería, David Moratal, ha explicado que "los cambios en la difusión del agua, que resultan en variaciones espaciales de los valores del coeficiente de difusión aparente en lesiones metastásicas, pueden cuantificarse mediante análisis de imagen por resonancia magnética y ser presentados en forma de mapa de difusión funcional".

Para poder desarrollar este biomarcador, los investigadores estudiaron 25 casos de metástasis de 16 pacientes: analizaron la imagen obtenida mediante resonancia magnética (IRM), tanto antes de iniciar el tratamiento por radioterapia como después del tratamiento, estudiando la variación de la difusión del agua en el área de la metástasis.