Se trata de una investigación española que se ha desarrollado en colaboración con otros facultativos del Hospital Clínico y La Fe de Valencia y de los hospitales Clínic y del Mar de Barcelona. 

El estudio está desarrollado, principalmente, por el especialista de Hematología del Hospital Clínico, Juan Carlos Hernández Boluda, en la parte clínica del estudio; y en la parte experimental, Vicent Guillem.

En el estudio se recopilaron muestras de ADN de 190 pacientes con leucemia mieloide crónica procedentes de 4 hospitales.
Así, en la observación, se recopilaron mdiante técnicas de genotipado, las variantes genéticas del gen BcL2, y los resultados indican que dos de esas variantes se correlacionaron con el índice Sokal.

Guillem ha aclarado que este tipo de variantes "no son mutaciones", dado que "se llaman poliformismos y están presentes en todos los seres de forma natural". 
El experto explica que son los que determinan diferencias en la fisionomía, como el color de piel, ojos o la complexión, entre personas y razas.

Además, ha destacado que "pueden jugar un papel en la predisposición genética a determinadas enfermedades o en cómo esas enfermedades se manifiestan", como concluye la investigación, "y también en la manera en que un paciente responde a un determinado tratamiento". Guillem ha explicado que "no se ha observado que influyan en el riesgo de padecer leucemia", pero sí "de padecer una leucemia más grave".

Por último,  ha explicado la necesidad real de que se realicen más estudios para confirmar estos resultados en un mayor número de pacientes.
Sin emabrgo, el experto considera que esta información se podría utilizar para determinar, junto a otros parámetros, la probabilidad de que una persona pueda desarrollar una leucemia de este tipo.