Ammon ha detallado que de los casi 200 casos, alrededor de 40 se han registrado en países europeos, aunque estas cifras "a veces no son previstas porque aún se están verificando muchos casos".

La máxima responsable de ECDC ha señalado que "las investigaciones en marcha señalan un vínculo con la infección por adenovirus", tal y como se lleva sospechando desde la primera notificación por parte del Reino Unido. En este periodo se ha descartado que la hepatitis estuviera relacionada con la vacuna de la Covid.19 o posibles viajes.

Respecto al adenavirus, Ammon ha recordado que "ha habido poca exposición en los últimos años por el confinamiento y la poca interacción social", resultados de las medidas para atajar la pandemia de la Covid-19, lo que ha podido dejar a muchos niños vulnerables ante este virus.

En este sentido, ha destacado que los síntomas de lo niños afectados, como la piel y los ojos amarillentos, vómitos o síntomas gastrointestinales, "son compatibles con el adenovirus". "Pero algunos niños han tenido síntomas más graves y han necesitado un trasplante por fallo de hígado, algo poco común con este tipo de virus", según ha precisado la responsable.

Pese a que el adenovirus es el principal sospechoso, Ammon ha señalado que "la causa exacta sigue siendo desconocida". "Están excluidos los virus habituales de la hepatitis. En paralelo, las autoridades de salud pública de los países están investigando posibles agentes infecciosos.

Además, también se ha descartado que estos casos ya existieran antes de la pandemia y no se hubieran detectado por falta de suficiente atención.