Anualmente se producen más de 1.900 nuevos casos de esclerosis múltiple en España, con una incidencia registrada de la enfermedad de 4,2 personas por cada 100.000 habitantes.

La enfermedad suele comenzar en personas de entre 25 y 30 años, aunque también hay casos pediátricos (5%) o en mayores de 50 años, algo poco frecuente en nuestro país.

En la actualidad, diversos estudios estiman que existen alrededor de 2,5 millones de personas con esclerosis múltiple, de las cuales 700.000 son europeas.

La sintomatología de la esclerosis se presenta de diferentes formas y varía según la evolución de la enfermedad. Pueden producirse desde adormecimientos u hormigueos, hasta pérdida visual, fuertes dolores o rigidez muscular.

Además, lo más frecuente es que la enfermedad se presente en brotes, es decir, que aparezcan síntomas neurológicos bruscos en épocas concretas.

Enfermedad sin causas claras

A pesar de que las causas por las que se inicia la esclerosis múltiple aún no son claras, los expertos creen que puede producirse por una respuesta autoinmune anómala, en personas genéticamente predispuestas, la cual influye en el desarrollo de la enfermedad.

Tener un diagnóstico temprano (uno o dos años desde el inicio de los síntomas) y tratamiento inmediato mejora la respuesta terapéutica y, por tanto, el pronóstico de los pacientes, del mismo modo que lo hacen las mejoras técnicas de fármacos y diagnóstico de la última década.