Un equipo de investigadores suizos ha descubierto una nueva técnica contra la metástasis, centrada en la propagación de las células cancerosas por el organismo. La metástasis aparece tras el desarrollo del tumor, cuando las células infectadas se diseminan por el resto del cuerpo y crean nuevos tumores secundarios.

Una de las principales vías para la transmisión de estas células se encuentra en el sistema linfático. En este caso, estas moléculas aprovechan una de las formas de desplazamiento centrado en receptores de quimiocinas. Estos residen en la membrana externa de la célula y reciben señales externas e internas. De esta forma, actúan como un indicador de control del movimiento celular.

Células como, por ejemplo, los glóbulos blancos, consiguen seguir el rastro de distintas proteínas y crear un flujo constante, gracias a los receptores. Las células cancerosas utilizan uno de estos receptores en particular, llamado CCR7, que se centra en una serie de proteínas localizadas fuera del tumor.

A través del sistema linfático, las células tumorales lograrían expandirse por distintas partes del organismo y fomentar el desarrollo de la metástasis. Este descubrimiento ha llevado a los investigadores a buscar una molécula capaz de interferir en los procesos de señalización de los receptores, que impida el proceso de metástasis.

Además gracias a los resultados del estudio, se ha conseguido desarrollar una molécula artificial que bloquearía el receptor e impediría la llegada de señales de desplazamiento a las células cancerosas. De esta forma, los autores de la investigación han localizado hasta cinco compuestos para potenciales fármacos, que impedirían el proceso de metástasis en determinados pacientes con cáncer.