422 millones de personas sufren diabetes a nivel mundial, una cifra que se duplicará en los próximos 20, según datos de la Organización Mundial de la Salud.  Este avance supone un gran paso adelante para el tratamiento de esta enfermedad.

Un grupo de científicos de China han sido capaces de desarrollar una red inalámbrica de células que pueden ser manejadas de forma remota, según un estudio publicado en la revista Science Translational Medicine.

Estás células han sido implantadas en ratones y éstas fueron capaces de producir insulina y mantener el nivel de azúcar en sangre dentro de los ñímites normales.  La premisa de este estudio es que las células humanas también podrían ser modificadas genéticamente para generar hormonas y moléculas y ofrecer una solución personalizada a los pacientes.

"El uso de los teléfonos inteligentes para la salud móvil (mHealth), definida como la práctica de la medicina apoyada en dispositivos de diagnóstico portátiles que permitan una caracterización fácil y precisa de la salud y de las enfermedades, está cambiando los modelos del cuidado de la salud", señalaron los investigadores en el estudio.

Estas células fueron creadas a partir de la combinación de tejidos vivos y tecnología y producen insulina cuando son iluminados por una luz espectro.  Los investigadores añadieron luego estas células a una vaina blanda y biocompatible que contiene luces LED inalámbricas que pueden apagarse o encenderse a través de un campo electromagnético externo.

Al implantar estas células en la piel de los ratones, los científicos pudieron administrar dosis de insulina de forma remota mediante una aplicación del teléfono.

Aunque aún es un experimento, los científicos consideran que haber logrado esta conexión digital con las células representa un importante avance y que el concepto “allanará el camino para una nueva era de medicina con precisión personalizada, digitalizada y global”.