Estos resultados se desprenden del informe elaborado por la Fundación Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), que agrupa al sector de la sanidad privada en España, y en el que hace un análisis comparativo de los distintos sistemas sanitarios europeos.

El estudio se ha realizado a partir de una encuesta en Alemania, Francia, España y Portugal, a más de 1.500 ciudadanos por cada país y cuyos datos ha presentado la directora general de IDIS, Marta Villanueva, junto a la directora general de Sigma Dos, Rosa Díaz.

El documento incorpora un índice de satisfacción con el sistema sanitario a partir de las opiniones recopiladas de los ciudadanos sobre distintos aspectos de la sanidad, que, según IDIS, precisa en qué situación se encuentra el sistema sanitario de cada país analizado.

En el marco de la jornada El pulso de la Sanidad en Europa. Encuesta de sistemas sanitarios, el documento presentado muestra que, en general, las puntuaciones son bastante bajas y llegan a oscilar entre el 40 y 60 sobre 100.

De este modo, el índice de valoración total no alcanza más que un 44,38 de media; y es el sistema francés el que obtiene mejor calificación (48,4), seguido del alemán (44,4), el español (44,1) y el portugués (40,7).

En España

Los españoles han puntuado los distintos aspectos del sistema que, según el IBS, encabeza la lista la calidad (48,4), seguida de la transparencia (46) y de la equidad (45,8), la eficiencia (45,8) y del enfoque al paciente (45,7). En cuanto a la transparencia, los ciudadanos han sido preguntados por la accesibilidad a sus resultados clínicos y han tenido la posibilidad de compartir la historia clínica.

En los últimos puestos de la tabla, la financiación es la que se lleva la peor parte (36,3), también la innovación y la tecnología del sistema sanitario (41,5).

Análisis comparativo de los cuatro países

La calidad es el aspecto que recibe mayores puntuaciones (50,1) en el análisis comparativo de los cuatro países, liderado por Alemania, seguido de Francia, España y Portugal; el enfoque al paciente (47,9) también es de los más valorados en una puntuación que encabeza el país anglosajón, mientras que España vuelve a quedar en tercer lugar.

Preguntados acerca de la facilidad en el acceso a la sanidad con independencia de su situación socioeconómica y de la zona del país en la que vivan, el índice en Francia es el más alto (48,4), por delante de España (45,8), Alemania (42,8) y Portugal (37,9).

Por su parte, los profesionales sanitarios obtienen buen trato y son los franceses los que con más frecuencia así lo consideran (52), seguido de España (43,8), Portugal (41) y Alemania (40,4). Sobre el grado de participación que existe entre el sector público y el sector privado, en esta ocasión, España es la que puntúa más alto, después de Francia, Portugal y Alemania.

La tabla de la valoración de los sistema sanitarios europeos también la cierran la financiación (39,5) y la innovación y la tecnología (41,1).

¿Necesidad de coordinación y colaboración en Europa?

Asimismo, el documento también muestra la diferencia en la valoración sobre la necesidad de colaboración y coordinación en Europa, en la que los ciudadanos de España y Portugal dan más importancia a este ámbito que los de Francia y Alemania.

Este resultado podría interpretarse como una mayor autosuficiencia con sus propios sistemas de salud en estos dos últimos países, mientras que los españoles y portugueses muestran más necesidad de colaboración con otros estados.

Del mismo modo existe mayor consenso en que Europa asuma más competencias en los países ibéricos (España y Portugal) en comparación con Alemania y Francia, aunque la media de los cuatro países muestre que más de la mitad de los encuestados están de acuerdo con este aspecto.

Replanteamiento de los sistemas sanitarios europeos

El presidente de la Fundación IDIS, Juan Abarca, ha subrayado durante la presentación que los sistemas sanitarios europeos requieren un replanteamiento total porque no se han adaptado correctamente a la evolución demográfica de la población, como así lo muestran las bajas puntuaciones de los ciudadanos.

Ese replanteamiento, ha señalado, debería estar liderado por la UE, y centrarse en la prevención, la personalización de los tratamientos, además de promover la educación y los hábitos saludables de la población.