El desarrollo de esta nueva herramienta, que se ha publicado en la revista Virchows Archive-European Journal of Pathology, ha ido a cargo del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital del Mar, así como del Servicio de Oncología Médica y del CIBER del Cáncer (CIBERONCO).

El algoritmo se ha desarrollado utilizando más de 300 muestras procedentes de 246 personas con cáncer de mama triple negativo y HER2- positivo, dos de los tipos más agresivos. El objetivo ha sido igualar la capacidad de los patólogos de detectar y contabilizar los diferentes tipos de células presentes en las muestras, para ayudarles a agilizar su labor. En los dos tipos de cáncer analizados, la presencia de un tipo concreto de célula del sistema inmunitario, los linfocitos infiltrantes del tumor, es un buen indicador del pronóstico de las pacientes.

Lectura de los pronósticos

Un número alto es, por lo general, un marcador de buena respuesta al tratamiento, así que disponer de esta información ayuda a los oncólogos a saber qué esperar en cada caso. "Ofrecer esta información de forma esmerada es muy importante”, ha destacado la autora principal del trabajo y médica adjunta del Servicio de Anatomía Patológica, Mònica González-Farré. Según la especialista, este nuevo algoritmo "ofrece una mayor rapidez, con una calidad de resultados muy similar a la que obtiene el patólogo cuando lo analiza de forma visual al microscopio".

El bioinformático del Servicio de Anatomía Patológica, Joan Gibert, también implicado en el proyecto, ha indicado por su parte que "el objetivo final del trabajo es tener la capacidad de cuantificar de forma automática una serie de componentes celulares y obtener un valor que se asemeje a las cuantificaciones que hacen los patólogos" Una herramienta para seguir investigando Además del objetivo inicial de mejorar el diagnóstico, el algoritmo abre la puerta a estudiar el papel que desempeñan las células en los tumores, ya que permite contabilizarlas.

De momento, la herramienta, que aún no es de aplicación clínica, ha confirmado la relación entre el número de linfocitos infiltrantes del tumor y el pronóstico de las personas con cáncer de mama triple negativo y HER2-positivo. "Este tipo de herramientas abre la puerta, en el futuro, a mejorar los tratamientos, facilitando la labor de oncólogos y patólogos”, ha destacado por su parte la jefe de sección de cáncer de mama del Servicio de Oncología, Sonia Servitja