Para el diagnóstico precoz del cáncer de mama es necesario detectarlo en su fase inicial, cuando todavía no han aparecido los síntomas, haciendo esto las posibilidades de curación son prácticamente del 100%. Para ello, el cribado poblacional, o también conocido como 'screening', y permite que las tasas de curación sean mayores en mujeres mayores de 50 años y a que se detecten más casos a través de las mamografías.

Campañas de 'screenning' y el diagnóstico precoz

Estas campañas se realizan en poblaciones sanas, por lo que se busca que los beneficios superen los riesgos, teniendo en cuenta que las mamografías tienen radiación.

Pese a todo la mamografía es necesaria puesto que hace que se disminuya la mortalidad por cáncer de mama si se realiza en los rangos de edad y con la periodicidad correcta (cada dos años entre mujeres de 59 y 69 años).

Datos acerca de las mamografías

médico revisando una mamografía
médico revisando una mamografía | Sinc

Las mamografías son técnicas fiables, fáciles y seguras. Realizando una radiografía en doble proyección de la mama, se pueden detectar lesiones antes de que sean palpables, lo que hará que los tratamientos y la recuperación sean menos agresivos. Gracias a esta práctica pueden detectarse aproximadamente en 99% de los tumores, cifra que baja a un 63% en mujeres con mamas densas. Es recomendable comenzar a realizárselas a partir de los 40.

Tipos de lesiones en mamografías

Las lesiones que pueden encontrarse tras realizar una radiografía pueden ser de tres tipos: de nódulo o masa (que se presentan más peligrosos cuanto más definidos el borde), microcalcificaciones o distorsión de la arquitectura.

Los resultados hallados detectados de las anomalías descritos como BI-RADS2 no implican más pruebas. Sin embargo en los casos de BI-RADS3, las recomendaciones pueden variar desde un control estrecho hasta completar el estudio con otra técnica de imagen.

Los resultados de BI-RADS4 y BI-RADS5, pueden estar seguidos por ecografías o resonancias nucleares magnéticas ya que implican el estudio por biopsia.

Dentro de las otras pruebas de imagen existen: la ecografía mamaria y auxiliar, la resonancia nuclear magnética, el TC (tomografía computarizada), la gammafía ósea y la tomografía por emisión de positrones (PET).

Diagnóstico de malignidad

Mamografía
Mamografía | Pixabay

Para obtener este resultado debe confirmarse con una muestra de tejido de la lesión en a cual se sospecha. Las formas más habituales de realizarlo son:

  • PAAF: guiada por ecografía: mediante una aguja fina se recoge un grupo de células para el estudio de los ganglios de la axila.
  • BAAG: guiada por ecografía: se utiliza una aguja gruesa cuando las lesiones sospechosas están en la mama, este tipo de aguja es capaz de recoger parte del tejido tumoral.

Existen cinco estadios tras conocer el TNM de una enfermedad, esta clasificación se relaciona con el pronóstico y la supervivencia. Si se localiza este tipo la enfermedad en estadio uno, el porcentaje de supervivencia es cercano al 100% a los cinco años. Una cifra que disminuye a un 20% si se diagnostican estadio cuatro.