Los investigadores observaron mayor riesgo de muerte cuando el alta hospitalaria es en Navidad. En concreto, analizaron 217.305 casos de adultos y niños dados de alta de hospitales en Ontario durante dos semanas de vacaciones de diciembre, entre 2002 y 2016, y se comparó con 453.641 casos de pacientes dados de alta durante dos periodos de control a fines de noviembre y enero.

Para este estudio, los científicos excluyeron a los grupos con probabilidades de tener diferentes necesidades de seguimiento y riesgo de reingreso, incluidos los recién nacidos, las mujeres embarazadas, los pacientes ingresados para cuidados paliativos y aquellos con una estancia hospitalaria a largo plazo. Los que fueron dados de alta durante el periodo de vacaciones de Navidad tuvieron un mayor riesgo de muerte o readmisión en los próximos 7, 14 y 30 días, con el mayor riesgo de un 16 % en los primeros siete días.

Además, los que fueron dados de alta durante las vacaciones también registraban un 39 % menos de probabilidades de tener una cita de seguimiento dentro de los siete días siguientes, posiblemente debido a que querían posponerlas hasta después de las festividades, sugieren los investigadores.

Curiosamente, los pacientes con un riesgo inicial más alto, como aquellos con enfermedad pulmonar, tuvieron un menor riesgo de reingreso y muerte relacionados con las vacaciones que aquellos con un riesgo inicial más bajo. Los autores sugieren que esto podría deberse a que "en un entorno de recursos reducidos durante las vacaciones, los médicos pueden dar prioridad a los pacientes de mayor riesgo".

Además, se encontró que, por 100.000 pacientes, 26 muertes más, 188 reingresos más, 483 visitas adicionales a un servicio de urgencias y 2.999 menos seguimientos se asociaron con el alta durante las vacaciones de Navidad. Los autores consideran varios factores que podrían explicar estos hallazgos, incluido el acceso limitado a la atención, la dificultad para reservar citas y la reducción de los niveles de personal.

Y sugieren que las festividades navideñas a menudo implican beber y comer en exceso, aumentar el estrés emocional y la falta de sueño. "Estas circunstancias alteradas podrían desestabilizar una enfermedad médica aguda", añaden, destacando limitaciones del estudio y que no pueden descartar la posibilidad de que parte del riesgo pueda ser el resultado de otros factores no medidos.