Carmen Iglesias, cirujana del Servicio de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora del Hospital Nuestra Señora del Rosario, afirma que la reconstrucción mamaria es fundamental para que la mujer recupere su imagen corporal, el equilibrio psicológico y para que dé por finalizada su lucha contra el cáncer.

Lo adecuado sería que el cirujano pueda salvar una parte de la mama y extirpar solo la zona afectada para mantener la forma original del pecho. Esta técnica se llama cirugía oncoplástica.

Pero, si de lo contrario se tuviese que extirpar la mama entera, el momento idóneo para su reconstrucción sería en la misma cirugía, tras la exéresis o extirpación.

La doctora explica que hay dos técnicas reconstructivas, una en la que se emplean implantes y otra en la que se usan tejidos de la propia mujer. Por un lado, en la técnica con expansor tisular se coloca un dilatador de la piel con el objetivo de que, en una segunda operación, se coloquen las prótesis en ese lugar. Y por otro lado, la reconstrucción de mama con tejido de la propia mujer es la más recomendada por los expertos por los buenos resultados a nivel técnico y estético que ofrecen. En estos casos, se intenta extirpar grasa de las zonas donde haya exceso, como el abdomen, los glúteos o los muslos.

Con esta técnica, realizada a través de microcirugías especializadas, Carmen ha confirmado que no se lesiona ningún músculo y que cuando la mujer engorde o adelgace, ambos pechos lo harán también por igual.

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