Un chicle puede tardar decenas de años en desintegrarse si es llega a desintegrarse del todo. El método tradicional para quitar los chicles de las aceras es con una cuchilla y un palo pero se tarda mucho tiempo, por lo que cada vez más se están creando diferentes sistemas para poder eliminarlos del todo. Es el caso de GUMPAK,  un sistema portable de trabajo que únicamente incluye un aerosol, una pequeña batería recargable de 12 voltios y una botella ecológica como solución ecológica para eliminar, definitivamente, los chicles