El interés de los jóvenes por la lectura se ha transformado con el tiempo, incluso su comprensión lectora —mejor cuanto menos tiempo pasan frente a la pantalla—. En la actualidad, solo un 53,8% de la población joven dedica su tiempo libre a leer, ocho de cada diez jóvenes cree que debería hacerlo más y un 22% asegura que uno de los principales obstáculos a la hora de leer es la falta de concentración.
Estos son algunos de los muchos datos que comparte el informeLa lectura mimetizada, realizado dentro de la Iniciativa Camaleón impulsada por la consultora Prodigioso Volcán, donde han participado casi 1.000 jóvenes entre 10 y 18 años. El proyecto recibe el nombre de este reptil porque, según cuenta la agencia, el ecosistema lector se asemeja cada vez más a un camaleón. “Como su piel, las nuevas formas de lectura (soportes, canales, formatos o temáticas) mutan y se adaptan a las preferencias de lectores y lectoras, a los avances de la tecnología, al ritmo de la realidad”, explican.
Así, los jóvenes de hoy en día no solo consumen libros, periódicos o revistas impresas, sino que también consideran lectura y, por tanto, leen en redes sociales (53,6%), cómics (48,5%) o páginas web (42,3%). Ante este cambio de hábitos y la preferencia de los adolescentes por otras actividades en su tiempo libre como ver la televisión, jugar a videojuegos o escuchar música antes que leer, ¿qué se puede hacer?
Qué buscan los jóvenes al leer
Según el informe de Prodigioso Volcán, desde la adolescencia temprana (10-12 años) y hasta la mayoría de edad, el gusto por la lectura de niños, niñas y adolescentes se reduce. A pesar de que el 97% lee más allá de las lecturas obligatorias de clase, son otras formas de lectura menos tradicionales, como las redes sociales o los cómics, los que ganan por goleada cuando se trata de leer.
Entre las temáticas predilectas en la lectura, la mayoría (64,6%) se decanta por los relatos de aventuras, seguido de la fantasía (45,2%) y la ciencia ficción (39,4%). A la cola quedan géneros como la poesía (6,0%), los deportes (2,3%) o los libros sobre historia (0,8%).
En cuanto a los dispositivos, los jóvenes se decantan por el papel cuando hablamos de formatos tradicionales, como las novelas o los cómics, y el móvil para los emergentes, como las redes sociales o los blogs y foros. Además, el 45,4% de la población joven estudiada demanda lecturas más rápidas y cortas, casi el 30% las prefiere con ilustraciones y dibujos y el 25% quiere que sean interactivas y que puedan escoger el final.
El reto: aumentar su interés por la lectura
En un momento en el que más de la tercera parte de los jóvenes no lee más porque considera la lectura como una actividad que requiere de mucho tiempo y solo 2 de cada 10 jóvenes afirman leer lo suficiente, desde Prodigioso Volcán aseguran que “la socialización de la lectura es un impulso para la misma”.
De esta manera, mucha población joven siente más inclinación por la lectura si ve a sus familiares leyendo o si pueden comentar con alguien lo que han leído. Así, el círculo de amistades o las recomendaciones de lectura de booktubers, famosos o influencers son también de gran ayuda a la hora de promover el hábito de leer.
La consultora encargada del informe comparte varias estrategias dirigidas a progenitores y profesorado para que puedan aumentar el interés por la lectura, como crear ambientes cómodos, ofrecer una amplia variedad, incorporar actividades creativas vinculadas a la lectura o lanzar retos.