¿Cuál puede ser el valor de los datos? Es difícil, pero un estudio reciente a cargo de Future Majority, un centro de investigación colaborador con el Partido Demócrata, ha tomado varios factores para analizar el mercado.

El informe, del que se hace eco el New York Times, sitúa el beneficio para las grandes tecnológicas con la recolección de datos personales de estadounidenses en unos 76.000 millones de dólares en 2018. Si hubiera una cuota del 50 % para estas empresas, podría significar una contribución suficiente para reconstruir infraestructuras o apoyar programas sociales. De igual modo, si se personalizase en cada individuo, el uso de los datos equivaldría a un pago de 122 dólares (unos 110 euros) por persona en 2018. Imagina que todos los beneficios no recaigan en las grandes tecnológicas, y una parte del pastel fuera para los creadores del contenido, es decir, para todos nosotros. Que las fotos de tu cumpleaños, tus vacaciones o los likes que das te reportarán un dinerito extra.

Cada uno de nosotros somos un valor de información en cada paso digital que damos en la red. Regalamos los datos a cambio de unos servicios gratuitos que están instaurados en nuestra vida. Pero los gigantes tecnológicos, como Facebook o Google, comercian con ellos y se quedan con las ganancias económicas. A estas empresas le interesa el conjunto de los datos, los metadatos, que son lo que realmente tiene valor para estas plataformas.

Ahora organismos federales estadounidenses, investigadores, tecnólogos y académicos de diferentes posicionamientos políticos buscan un sistema para determinar unas normas básicas e intentar construir un mercado justo para los datos.

La búsqueda se dirige hacia determinar el valor de los datos y también a reconocer la información como un activo comerciable, con la intención de que haya un mercado para los datos que distribuya la riqueza digital, tanto con los individuos como con la sociedad.