Escuchar a nuestros mayores no solo nos servirá para absorber todo tipo de conocimientos. Sino que, al mismo tiempo, es una de las mejores formas de ayudar a que se sientan acompañados y respetados. Por otra parte, este tipo de escucha activa fomenta su actividad cerebral y ayuda a mejorar su memoria y su capacidad cognitiva.

De esta forma, prestar atención a los relatos de las personas más mayores se convertirá en un ejercicio terapéutico, tanto para ellos como para nosotros. Estos conocimientos ayudarán a nuestro desarrollo y fomentarán nuestra empatía y comprensión.

Por otra parte, estas conversaciones se convertirán en una manera estupenda de rememorar situaciones ya vividas. Además, pueden mejorar la percepción, la memoria y la imaginación, tanto de quienes están reviviendo estos recuerdos, como de quienes los están escuchando.

Prestar especial atención a nuestros mayores es la mejor manera de comprenderlos y de entender su visión ante la vida. Pero también es una de las claves para entender su salud emocional y si atraviesan una depresión o presentan una elevada ansiedad o síntomas de pérdida de memoria y deterioro cognitivo.