En esta ocasión y de cara a afrontar los problemas que ha planteado la pandemia se trató de la necesidad de afrontar ayudas para la renovación del parque. Con una caída de las ventas de vehículos, superior al 90% en los últimos dos meses, la reducción en la producción de las fábricas de entre un 50 y un 60% y el descenso de las exportaciones, cercano al 40%, es prioritario que una de nuestras industrias más potentes reciba las ayudas adecuadas para reactivarse lo antes posible.

El cierre de la factoría de Nissan en Barcelona debe ser tomado como un síntoma de lo que podría suceder con otras marcas y no nos podemos permitir la perder nuestra posición privilegiada como segundo país fabricante de automóviles en Europa. Hasta aquí las razones financieras de la necesidad de ayuda.

Una segunda vertiente y no por ello menos importante es la Seguridad Vial. En nuestro país la antigüedad media de los turismos que circulan por nuestras carreteras es de casi 13 años, siendo aún mayor esta en los vehículos industriales y en las motocicletas.

Si tenemos en cuenta que la tasa de fallecidos en turismos accidentados es de 2,1 y que la de los comprendidos entre los 10 y 14 años es de 4,7 (más del doble) queda también justificada la ayuda a la renovación del parque desde este punto de vista, que por cierto, también tiene sus repercusiones económicas como lo demuestra el dato de más 13.000 millones de euros en los que se estiman los costes de los accidentes de tráfico en España.

Un parque renovado ayudará a reducir el número de accidentes gracias a los elementos de seguridad activa que incorporan los vehículos nuevos y atenuará también las consecuencias de tales accidentes gracias a los elementos de seguridad pasiva que incorporan reduciendo la factura de costes por accidentes de tráfico.

Pero hay un tercer factor a tener en cuenta y este no es otro que las emisiones contaminantes. El paso de la normativa Euro I hasta la actual Euro VI ha permitido reducir las emisiones contaminantes de los vehículos en un 96 por ciento. En Europa el 30% de las emisiones se deben al transporte y el 70% de ese 30% es achacable al transporte por carretera. Resulta por tanto fundamental establecer planes de renovación constantes que permitan reducir el peso del transporte en las emisiones totales.

La crisis económica que afrontaremos tras la pandemia aconseja ir preparando planes de ayudas al sector que tendrán repercusiones positivas, tanto en el plano financiero, como en el de seguridad y en el ecológico. Además, no se trata de valorar esas ayudas como un gasto porque lo cierto es que tiene un carácter de inversión.

En campañas anteriores, los planes de estímulo a la renovación del parque han tenido resultado positivo en el plano financiero. Una ayuda de 2.000 euros a la compra tiene un ingreso para la administración de 4.200 euros sólo en IVA, es decir esas ayudas y su consecuente incremento de las ventas tendrá resultados positivos directos para la administración, además de los resultados positivos indirectos citados anteriormente.