La menor protección de los motoristas en los meses de más calor provoca un incremento muy significativo de las lesiones por abrasión. Según datos del Centro de Estudios Ponle Freno-AXA, entre 2011 y 2012 el 59,4% de las erosiones que sufrieron los motoristas accidentados se concentraron en sólo cinco meses: de mayo a septiembre. Esto supone un significativo repunte del 46,8% respecto al número de heridas de este tipo que se registran el resto de meses del año.

Una estacionalidad que, sin embargo, no se aprecia si se sigue la evolución del resto de lesiones (erosiones, contusiones, fracturas, amputaciones…) y del global de todas ellas, que es más homogénea y donde las fluctuaciones de unos meses a otros no superan nunca los 2,5 puntos porcentuales.

El distinto comportamiento entre las erosiones y el resto de lesiones permite concluir que el mayor uso de la moto en los meses de verano no es la causa principal del aumento de abrasiones en motoristas. El repunte se explica más por la falta de equipación adecuada por parte de los ocupantes de las motos: camisetas, pantalones cortos y chanclas son habituales en esta época y sustituyen a los guantes y ropa y calzado que ofrecen mayor protección y que están más presentes el resto del año.

Junio y agosto son los meses donde el peso de quemaduras, abrasiones y raspones es mayor. Junio concentra el 13,3% de las erosiones que se registran en todo el año entre los motoristas accidentados y agosto, el 13,1%.

Los meses en los que este tipo de lesiones son menos habituales son los de enero (4,2% del total de erosiones registradas en el año) y diciembre (4,4%), según los datos de los dos últimos años.

En el global de lesiones, sin embargo, julio es el mes que concentra el mayor porcentaje con un 9,5%, mientras que febrero es el mes con una menor tasa de siniestralidad, con el 7%.