Se han realizado cuatro frenadas para cada medición y las cifras indican la media de las cuatro frenadas efectuadas y muestran la distancia de detención, es decir desde el momento en el que el conductor pisa el pedal hasta la detención total del vehículo, lo que elimina la distancia de reacción (desde que se ve el obstáculo hasta que se pisa el freno).
Como se puede comprobar en la tabla entre la frenada más favorable (asfalto seco) y la más desfavorable (pintura mojada) hay una diferencia de 15 metros.
Pero dado que un paso de cebra tiene entre 2 y 4 metros de anchura es más adecuado tratar con porcentajes. Así, en el caso citado la frenada se alarga un 149%.
Si comparamos el paso de cebra reglamentario con el ilegal, la distancia de frenado se alarga un 23% en seco y un 29% en mojado. A 50 km/h esto representa una distancia de 3,1 metros en seco y 7,3 metros en mojado.
Hasta ahora hemos hablado de vehículos de cuatro ruedas, en los que la estabilidad no está demasiado condicionada a esa velocidad, pero si pensamos en un vehículo de dos ruedas, como una moto o una bicicleta las cosas pueden ser aún más complicadas. Y es que las motos no tienen tan generalizada la inclusión del ABS en su dotación de seguridad con lo que, una frenada de emergencia ante la irrupción de un peatón en el paso de cebra, puede provocar la caída del motorista o ciclista por el efecto de bloquear una o las dos ruedas al frenar con fuerza.