Con la llegada del otoño, y teniendo presente que es una de las estaciones con más variación climática es un buen momento para hacer una revisión a nuestro vehículo. Te mostramos diez elementos que deberíamos revisar para evitar averías y visitas al taller que pueden llevar un desembolso que no teníamos previsto.
1. Comprueba la presión y el estado de los neumáticos: tener los neumáticos a punto es fundamental, ya que es el elemento que más puede sufrir de nuestro vehículo, ya que se encuentra en contacto directo con el suelo. Todos los acelerones, los frenazos, las elevadas temperaturas, la cantidad de kilómetros recorrida y los golpes con algún que otro bordillo pueden perjudicar su estado. También debemos comprobar la presión.
2. Amortiguadores: Si notas que tu coche no se siente bien asentado en las curvas, cuando frenas el morro se hunde demasiado o rebota en exceso tras superar uno de los típicos badenes de la ciudad es hora de revisar los amortiguadores. Los expertos recomiendan revisar los amortiguadores del vehículo cada 20.000 kilómetros y reemplazarlos cada 80.000 kilómetros.
3. Frenos: puede ser que durante el verano las pastillas y discos de freno hayan sufrido un serio desgaste. Si al conducir observamos síntomas como ruidos o vibraciones al frenar, deberíamos llevar el coche al taller para que lo revisen.
4. Aire Acondicionado y Calefacción: Igual que en verano el aire acondicionado es esencial, en los meses de frío es imprescindible que la calefacción funcione correctamente para que nuestro habitáculo alcance una temperatura agradable. Ten en cuenta que ayuda a reducir la condensación en el interior del vehículo, desempañando y quitando el vaho de los cristales del coche.
5. Filtros: Cambiar a tiempo los filtros del automóvil es clave para evitar que el coche no sufra desgastes prematuros o graves averías. Los filtros son cuatro: el filtro de aceite, el filtro de aire, el filtro de combustible y el filtro del habitáculo. Es importante que cada uno de ellos esté libre de suciedad y partículas que puedan dañar al motor impidiendo que el vehículo funcione de forma apropiada.
6. Luces y señalización: Una de las características del otoño es que las jornadas diurnas se acortan y comienza a anochecer antes. Por ello, es muy importante revisar el alumbrado y la señalización de coche: luces delanteras, de posición, de cruce y de carretera, luces traseras, de posición, de freno y, por último, los intermitentes.
7. Escobillas: Del buen estado de las escobillas depende mucho nuestra visibilidad, y en otoño, cuando las lluvias son intensas y variables necesitamos que se encuentren en buen estado para evitar accidentes.
8. Comprobar el nivel de líquidos: Es recomendable revisar todos los líquidos del automóvil: el líquido anticongelante, el de freno, el lubricante, y el del limpiaparabrisas.
9 . Batería: Debemos asegurarnos de que la batería está completamente cargada y funciona correctamente. Sin ella no se puede arrancar, por ello es importante asegurarse de que está en perfecto estado.
10. Limpieza a fondo: Tras las vacaciones de verano, se recomienda limpiar con agua a presión de nuestra carrocería y bajos del vehículo, ya que así eliminaremos barro, arena y suciedad nociva para el automóvil, que pueda oxidar, rayar y estropear algunas partes, como la chapa o los cristales. También debemos acordarnos de hacer una limpieza exhaustiva en el interior, ya que es la zona que con la que más contacto tenemos.