En 2021 se produjeron 61 accidentes con víctimas bajo condiciones meteorológicas extremas. Al tratarse de fenómenos poco frecuentes en nuestro país, muchos conductores no están familiarizados con la conducción en vías cubiertas de hielo o nieve. Por ello, cuando se presentan, aumenta de forma considerable el riesgo.
Te recordamos cómo hay que conducir con nieve y hielo en la calzada:
Riesgos de la nieve
Poca visibilidad. La nieve tapa las señales, las marcas viales y reduce la visión del conductor.
Pérdida de adherencia. Desde los primeros copos, el asfalto se vuelve muy resbaladizo. Según crece el espesor aumentan los problema y no podrás circular sin cadenas o sin neumáticos de invierno.
Cómo actuar con nieve
Hazte ver. Enciende las luces de cruce, aminora la velocidad y amplia la distancia de seguridad.
Sigue las huellas. Hay que evitar movimientos bruscos con el volante y procurar circular sobre las rodadas de otros vehículos.
No aceleres. Al iniciar la marcha del vehículo simplemente suelta suavemente el pie del embrague y no aceleres.
Montar las cadenas. Si quedas atrapado en una carretera donde la nieve hace inviable seguir circulando y nuestro vehículo no lleva puestos neumáticos de invierno estarás obligado a poner cadenas (metálicas, de tela...). Móntalas siempre en el eje motriz y si su vehículo tiene tracción a las cuatro ruedas, en el delantero. Y no pase de 30 km/h con ellas puestas:
- Desabrocha el aro rígido e introduzca un extremo por detrás de la rueda, deslizándolo por el suelo.
- Toma los dos extremos, compruebe que ningún trozo de la cadena queda aprisionado por la rueda, cierre el aro interior y céntrelo bien por detrás del neumático.
- A continuación, cierra el anillo exterior y centre el conjunto de la cadena sobre la zona de rodadura y flancos del neumático.
- Aprieta con el tensor y engancha el sobrante de la cadena para que no golpee en el paso de rueda.
Restricciones a la circulación por nevada. Recuerda que existen cuatro niveles de restricciones a la circulación por nevada cada uno con un código de color: verde (comienza a nevar), amarillo (poco cubierto), rojo (carretera cubierta) y negro ( mucho espesor). Cada uno comporta unas prohibiciones y exigencias a los vehículos que circulan por las carreteras. El negro prohíbe totalmente la circulación.
Peligros del hielo
Agarre ‘cero’. La adherencia de un vehículo sobre hielo es mucho menor que sobre la nieve.
Invisible. El hielo es difícil de detectar, es un peligro ‘oculto’. Suele estar presente en zonas resguardadas, en sombra, con humedad elevada u orientadas al norte.
Más riesgo de noche. Cualquier área de la calzada por donde corra el agua de día puede helarse con la puesta de sol. Por eso durante la noche hay que conducir con especial precaución.
Cómo actuar con hielo
Mantente alerta. Si durante el trayecto prevés la presencia de placas de hielo o nieve, vigila la temperatura exterior y si desciende por debajo de 3ºC baja la velocidad porque suele aparecer el hielo. Ten en cuenta que la falta de adherencia provoca que la dirección y el comportamiento de tu vehículo y del resto pueda ser imprevisible.
Anticípate. Mantener el control sobre el hielo es casi imposible. Siempre que pueda, trate de esquivar las posibles superficies heladas para evitar la situación de riesgo.
Si pisas una placa de hielo. Si de pronto sientes que el vehículo se desliza, es que estás patinando o rodando sobre el hielo. Levanta el pie del acelerador y disminuye poco a poco la velocidad y mantenla muy reducida. Intenta mantener la trayectoria si rectificas la dirección puedes perder el control, en ningún momento muevas el volante, aceleres o frenes con brusquedad.
Al salir de una placa de hielo. Procura que las ruedas estén rectas al salir de la placa y luego corrige la trayectoria con el volante. No frenes hasta recuperar la adherencia