El Consejo de Ministros ha aprobado este martes, 10 de junio, la actualización del catálogo oficial de señales de tráfico, una reforma integral del Reglamento General de Circulación que renueva por completo el sistema de señalización vial vigente desde 2003. El objetivo es responder a los cambios sociales, tecnológicos y de movilidad que ha experimentado España en las últimas dos décadas, y mejorar la seguridad y la eficacia en la gestión del tráfico.

El nuevo reglamento, que entrará en vigor el 1 de julio de 2025, moderniza el diseño, la simbología y los materiales de las señales, al tiempo que introduce nuevos pictogramas para modos de transporte emergentes, como los vehículos de movilidad personal. También apuesta por un lenguaje visual inclusivo, más comprensible y alineado con las recomendaciones de la Convención de Viena sobre Señalización Vial.

Un catálogo unificado y visualmente renovado

La reforma afecta especialmente al Título IV del reglamento, relativo a la señalización vertical, la de obra y balizamiento, la circunstancial, la de los agentes y los semáforos. Uno de los principales avances es la consolidación de un catálogo oficial unificado de señales y marcas viales, que recoge de manera clara y coherente la forma, símbolos y nomenclatura de todos los indicadores en el territorio nacional.

Este catálogo, que se incorpora al Anexo I del reglamento, establece los criterios sobre forma, color, diseño, significado y dimensiones de cada señal, y permitirá una gestión más clara tanto para conductores como para los organismos responsables de la señalización urbana e interurbana.

Principales novedades

Entre los cambios más destacados se encuentran:

  • Nuevas señales para regular vehículos de movilidad personal y otras situaciones actuales del tráfico.
  • Rediseño de pictogramas clásicos, como los del ferrocarril o la bicicleta, para hacerlos más reconocibles.
  • Mejora de la visibilidad y clarificación de las señales circunstanciales y de obra.
  • Eliminación de señales en desuso o que ya no se ajustan a la normativa vigente.
  • Ajuste de tamaños para favorecer la eficiencia en la fabricación y la sostenibilidad en el uso de materiales.
  • Inclusión de nuevos símbolos en estaciones de servicio, con información detallada sobre combustibles alternativos.
  • Modificación de señales de aparcamiento, en línea con los proyectos de humanización urbana impulsados por muchos ayuntamientos.

Un aspecto especialmente innovador es la eliminación de connotaciones de género en la simbología, lo que representa un avance hacia un lenguaje visual más inclusivo en el espacio público.

Implantación progresiva

Aunque el real decreto entra en vigor el 1 de julio de 2025, el cambio físico de las señales será progresivo y se coordinará con los ciclos habituales de renovación para minimizar costes y cargas administrativas. Las señales suprimidas deberán ser retiradas en un plazo máximo de un año desde la entrada en vigor de la norma.

Además, los nuevos contenidos no se incorporarán de inmediato a los exámenes teóricos para la obtención del carné de conducir. Se establece un plazo mínimo de tres meses para actualizar los manuales de formación y permitir a los aspirantes una preparación adecuada.

Una regulación más ágil y adaptable

La reforma también incluye un mecanismo flexible de actualización, mediante el cual los Ministerios del Interior y de Transportes podrán modificar, eliminar o incorporar señales al catálogo por orden ministerial conjunta, facilitando la adaptación rápida a futuros retos de movilidad y seguridad vial.

Este nuevo marco normativo supone una de las reformas más profundas en señalización vial de las últimas décadas y coloca a España en línea con los estándares internacionales más avanzados, apostando por una movilidad más segura, sostenible e inclusiva.