España ha bajado a la octava posición en el ranking europeo de fallecidos por millón de habitantes, con una cifra que alcanza los 39 muertos frente a los 51 de media en toda la zona europea. La campaña ‘Un refresco, tu mejor combustible’, con 14 años de investigación para concienciar sobre la importancia de mantener buenos hábitos al volante, ha realizado un nuevo estudio en 15 países.

Hábitos de los conductores europeos

Por lo general, en Europa, es más común planificar los viajes de largo recorrido (77,1% de los conductores europeos), descansar antes de salir (68,8%) y evitar la congestión en el tráfico (48,9%). Sin embargo, hasta un 26,8% de los europeos intenta acortar el tiempo de viaje para llegar lo más pronto posible. Esto se traduce en que un 9,2% de los conductores tiene que parar para descansar por cansancio extremo.

Por otra parte, estos datos derivan también en un 15,7% de accidentes por fatiga. Por países, los habitantes de los países nórdicos son los menos previsores a la hora de realizar sus desplazamientos, mientras que Polonia, España y Portugal son los que más planifican su ruta.

Nuevas formas de movilidad

El coche continúa entre las formas de transporte preferidas, pese al uso cada vez más extendido de otras alternativas. Un 31,2% de españoles cree que las plataformas de coche compartido son una buena opción para los desplazamientos de larga distancia. Con respecto al resto de Europa, hasta el 37% de media prefieren estas plataformas de vehículos compartidos.

La conciencia medioambiental de los españoles destaca por encima del resto del continente, por lo que casi un 50% de los conductores prefiere escoger opciones más sostenibles para sus desplazamientos.

El alcohol se mantiene en Europa como uno de los riesgos al volante

Dos de cada cinco conductores europeos (43,6%) reconoce haber consumido alcohol y conducido de forma posterior. Además, hasta un 22% reconoce hacerlo en bastantes ocasiones.

La fatiga, causa de siniestralidad

La fatiga es un elemento de riesgo al volante, y una de las primeras causas de siniestralidad mortal en las carreteras españolas. Italia, Francia y Reino Unido son los países donde este factor ha provocado más accidentes y situaciones de peligro al volante.

En general, los conductores europeos que declaran haber sufrido más accidentes, así como los que se quedan dormidos, tienen en común que no suelen parar a descansar o se detienen después de cuatro horas de conducción continuada. A este respecto, un estudio realizado por el RACE establece que a partir de las dos horas de conducción continuada el riesgo de un siniestro en las vías aumenta un 12%.

La deshidratación, otro riesgo olvidado

Los países con más accidentes por fatiga al volante, Italia, Francia y Reino Unido, son también los que sufren en mayor medida los síntomas de la deshidratación. Por el contrario, los países con menos accidentes (Portugal y Austria) son los que menos padecen este tipo de síntomas. Mantener una adecuada hidratación, en especial en verano y en viajes largos, es algo esencial. Sin embargo, el uso del aire acondicionado, no solo no evita la aparición de estos factores, sino que, incluso, puede resecar el ambiente.

Otros estudios indican que un nivel bajo de hidratación y glucosa aumenta en un 66% la agresividad al volante, provoca un 33% más de salidas de la vía y reduce un 27% la concentración.

España, mejora la planificación y concienciación sobre la fatiga

Cada conductor realiza una media de 12 desplazamientos de más de 200 kilómetros al año. Durante estos viajes el 56% de los conductores españoles no cumple la recomendación de parar a descansar cada 2 horas (en Europa el 57,2%). En Europa, Alemania, Austria y Noruega, son los países donde los conductores prefieren realizar “el viaje del tirón”.

Respecto a la siniestralidad en España como consecuencia de la fatiga extrema, casi 600.000 conductores españoles reconocen haberse quedado casi dormidos al volante durante un largo desplazamiento.

El 83% de los españoles siempre o casi siempre planifica el viaje, el 78,6% descansa antes de salir lo suficiente, y un 6,6% ha iniciado un largo viaje después de salir de trabajar (frente a un 8,9% de media europea). El 29,5%, por otra parte, comparte los tiempos de conducción con otro pasajero (23,4% de media en Europa).