Estos datos se han obtenido en la Memoria 2023 de hallazgos toxicológicos en víctimas de accidente de tráfico que elaboran el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF), en colaboración con siete Institutos de Medicina Legal y Ciencias Forenses y el Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la DGT.
En 2023 se sometieron a un análisis toxicológico y autopsia a 862 conductores fallecidos en accidentes de tráfico, el 53% de ellos dio positivo a una o varias de las siguientes sustancias: alcohol, drogas de abuso, la cocaína y el cannabis, mayoritariamente, y psicofármacos, como antidepresivos, antiepilépticos, benzodiacepinas, etc.
Al comparar las cifras de 2023 de positivo en alcohol con las de 2020 se puede observar un descenso del 2,8%, sin embargo, si se comparan con 2022 existe un aumento del 0,8%. Otro tema preocupante es que el 67% de los fallecidos que habían consumido alcohol dieron una tasa de alcoholemia más alta a la que es considerada delito para la seguridad vial.
En cuanto al consumo de drogas entre los conductores fallecidos es mayor, aumentando un 2,3% en drogas y un 1,1% en psicofármacos.