Un total de 20 países del continente europeo, incluida España, fijan la tasa general en 0,5 gramos de alcohol por litro, mientras que Liechtenstein y Reino Unido poseen el nivel más alto (0,8); Eslovaquia, Hungría, Rumanía y Chequia han optado por la tolerancia cero (0,0) y Lituania es la única que fija el nivel en el 0,4.
En 1973, nuestro país fijó el límite en 0,8 gr/l y la bajó a 0,5 en 1989. El pleno del Congreso vota la toma en consideración de esa iniciativa para rebajar la tasa máxima permitida de alcohol al volante de la actual de 0,5 gramos por litro en sangre a 0,2 (0,1 miligramos por litro de aire aspirado).
La propuesta socialista busca modificar la ley de tráfico desde la convicción de que el consumo de alcohol y drogas es una de las primeras causas de los accidentes viales en el mundo. Es además una petición de las asociaciones de víctimas y de seguridad vial.
La idea del Gobierno de bajar la tasa de alcohol para todos los conductores ya fue apoyada el 10 de octubre de 2024 por la mayoría de los grupos de la Cámara Baja.
La proposición no de ley del PSOE salió adelante con 175 votos a favor, 33 en contra y 138 abstenciones. Pese a que los conductores disocian consumo de alcohol y volante, un 33 % de los automovilistas y el 29 % de los peatones fallecidos en 2023 presentaban una tasa de alcoholemia positiva. Solo Noruega y tres países de la Unión Europea -Suecia, Polonia y Estonia- tienen una tasa de alcohol de 0,2 gramos por litro de sangre para todos los conductores, la misma que el Ministerio del Interior quiere establecer en España.
A la hora de adoptar la decisión de bajar la tasa, Suecia ha sido un referente, pero también Noruega, que tiene un límite de 0,2 para conductores profesionales, noveles y para el resto. Lituania, con una tasa de 0,4, cierra el grupo de países que se sitúan, de momento, por debajo de España, mientras que el resto de Estados comunitarios tienen establecido el mismo límite (0,5), con algunas especificaciones.
A nivel mundial, unos cien países tienen un límite de 0,5 o inferior y superarlo tiene efectos muy distintos en función de cada regulación nacional, con castigos que van desde la retirada del carné a penas de prisión de hasta seis años. Fuera de la Unión Europea destacan casos como el de Sudáfrica, donde conducir en estado de ebriedad es delito: punible con multas superiores a los 6.000 euros y pena de cárcel de hasta seis años.
En Albania hay tolerancia cero con un 0,01, menos que una lata de cerveza o una copa de vino, mientras que en Argelia toda persona que conduzca bajo los efectos del alcohol o sustancia estupefaciente será castigada con penas de prisión de 2 a 18 meses y multas de hasta 700 euros.
En Chile, la legislación rebajó hace una década el alcohol permitido en la sangre para conducir, estableciendo el “estado de ebriedad” en 0,8 gramos por litro de sangre y “bajo la influencia del alcohol” en 0,3.
En Argentina, la tasa general es de 0,5 gr/l y cero para los conductores profesionales. No obstante, algunas provincias y municipios han avanzado durante los últimos años en la implementación de normativa local para reducir a cero los límites tolerados. Brasil, Uruguay y Paraguay también han fijado 0,0 gr/l.
Los límites de alcohol general por países europeos
- Alemania 0,5
- Austria 0,5
- Bulgaria 0,5
- Bélgica 0,5
- Chequia 0,0
- Chipre 0,5
- Croacia 0,5
- Dinamarca 0,5
- Eslovaquia 0,0
- Eslovenia 0,5
- España 0,5
- Estonia 0,2
- Finlandia 0,5
- Francia 0,5
- Hungría 0,0
- Irlanda 0,5
- Italia 0,5
- Letonia 0,5
- Liechtenstein 0,8
- Lituania 0,4
- Luxemburgo 0,5
- Malta 0,5
- Noruega 0,2
- Países Bajos 0,5
- Polonia 0,2
- Portugal 0,5
- Rumanía 0,0
- Suecia 0,2
- Suiza 0,5
- Grecia 0,5