Ya en 2021, el 16% del parque total de vehículos eran de dos ruedas, es decir, ya circulaban por nuestras carreteras más de 3,8 millones de motocicletas y casi 2 millones de ciclomotores. La prueba de este auge de las dos ruedas en España son los famosos eventos multitudinarios como son los grandes premios de motociclismo, que se celebran cada año en nuestro país (Jerez, Cheste, Alcañiz…) o concentraciones moteras como la de Los Pingüinos, cita que cada año reúne durante un fin de semana de enero en Valladolid a miles de personas (en la edición de 2023 acudieron más de 30.000).

A quienes le gustan las motos, no la utilizan solo como medio de transporte, sino que además la utilizan para disfrutar y evadirse, mientras se concentran en la conducción y en disfrutar del paisaje, la velocidad y las curvas.

Por eso, quienes disfrutan de esas rutas moteras por carretera suelen hacerlo en grupo y utilizan una serie de gestos para comunicarse, ya sea para enviar un saludo, advertir de un peligro en la carretera o indicar que hay que parar en la gasolinera más próxima a repostar.

Gestos moteros

Entre estos gestos se encuentra el de abrir y cerrar la mano, que sirve para avisar a otro de que se ha dejado el intermitente puesto o que no lleva las luces; el de dejar el casco en el suelo de la carretera, que significa que se necesita ayuda.

También está el de hacer con los dedos una V, que es el saludo por excelencia cuando dos motoristas se encuentran en la carretera; el de mover la mano adelante y atrás, que se usa para indicar al que viene detrás que nos adelante o también para avisar de que, en una intersección o incorporación, no viene nadie que nos impida entrar bien.

Mover la mano arriba y abajo, que se utiliza para advertir a otros de que hay un peligro más adelante que requiere bajar la velocidad; sacar la mano izquierda con la palma hacia atrás para indicar al motorista que viene detrás y que se dispone a adelantar, que existe algún peligro y que no adelante.

Otro de los gestos tiene que ver con sacar la pierna, equivalente a la V, pero para motoristas que son adelantados por otro motero. Se trata de una forma de saludar que no está tan generalizada, pues hay moteros que consideran el signo poco apropiado.

Asimismo, señalar el depósito con el pulgar sirve para avisar a los compañeros de ruta de que necesitamos parar a repostar; o también señalar el suelo con el pie, que en este caso se utiliza para advertir a las personas con las que se hace la ruta de problemas en el asfalto.

Motos y siniestralidad

Cuando se disfruta de una ruta en moto no se debe olvidar la prudencia, porque los desplazamientos en este tipo de vehículos implican un riesgo de lesión entre 20 y 40 veces superior al de un conductor de automóvil.

En 2021, según los datos de la DGT, fallecieron 357 personas usuarias de motocicleta en los 23.883 siniestros viales que se registraron (255 en vías interurbanas y 102 en urbanas). Y aunque estas cifras suponen un descenso del 14% con respecto a 2019, lo cierto es que representan el 27% de la siniestralidad vial cuando el parque de motocicletas en España es el 11% del total de vehículos.

¿Y el botiquín?

Al viajar en moto, a priori, puede resultar más complicado incluir un botiquín de primeros auxilios debido a la falta de espacio. Sin embargo, es muy recomendable llevar uno por si se sufre un percance en la carretera.

En el mercado ya se comercializan algunos, pero también se puede optar por prepararlo nosotros mismos, sin olvidar incluir algunos elementos como algodón, gasas, apósitos, vendas elásticas, antisépticos (Betadine, agua oxigenada, etc.), guantes de látex, esparadrapo, pinzas o tijeras y un termómetro.