En la campaña especial de vigilancia y control de alcohol y drogas se han realizado 225.946 pruebas: 2.156 personas dieron positivo a alcohol y 1.645 a otras drogas. Durante esa semana, los agentes localizaron también a 4.570 conductores que, aunque no superaban la tasa máxima permitida, sí habían consumido alcohol, ha informado la DGT en una nota.

Un total de 227 conductores fueron puestos a disposición judicial: 221 por conducir con una tasa superior a 0,60mg/l en aire y otros 6 por ir al volante bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas. Como es habitual, entre las drogas más consumidas están el cannabis (1.203 casos), la cocaína (565) y las anfetaminas (233). Además, contra otros 12 conductores se han abierto diligencias y han sido puestos a disposición judicial por negarse a realizar las pruebas de alcoholemia.

En 2023 se dictaron 50.071 sentencias por conducir con exceso de alcohol (tasa superior a 0,60mg/l en aire o 1,2 gr/l en sangre) o bajo la influencia de drogas, según recoge la Fiscalía de Seguridad Vial en su memoria anual. Con estas campañas, la DGT no solo pretende detectar a aquellos que infringen la ley, sino también alertar y concienciar a los que, sin haber sido denunciados por no superar la tasa máxima permitida, se ponen al volante de un vehículo habiendo ingerido alcohol.

Tráfico advierte de que el alcohol sigue siendo el segundo factor concurrente de los siniestros mortales, con el 26 % de los fallecidos. Y recuerda el lema de la campaña de concienciación de este verano: “A la carretera no le importa cuánto has bebido. Solo cero tiene cero consecuencias”. En la campaña han colaborado las policías locales y autonómicas, ya que los controles de alcohol y drogas se han realizado tanto en vías interurbanas como en urbanas, cuyos datos aun se están procesando.