El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, anunció esa medida en Zaragoza durante la clausura de la primera Conferencia Internacional de Seguridad Vial de la Motocicleta que se celebró en España y que tuvo lugar en la capital aragonesa.

Marlaska consideró un disparate que el año pasado murieran 299 motoristas en las carreteras españolas, un 18% más que en 2022. “Quienes entendemos la pasión por las dos ruedas no podemos comprender que pueda costarnos la vida en esos términos. 299 motoristas fallecidos el pasado año en la carretera es, simplemente, un disparate. Y la tendencia creciente que constatamos durante los últimos años es inadmisible”, sentenció.

El ministro indicó que las motos suponen un 3% de los vehículos motorizados en España, pero aportan un 25% de las personas fallecidas en las carreteras españolas. “Por cada kilómetro recorrido, el riesgo de morir de un motorista es 18 veces superior a la persona que viaja en un vehículo de cuatro ruedas”, recalcó, antes de sentenciar: “Las cifras de siniestralidad de la moto, sin duda, son inaceptables”.

Otras medidas

Por ello, enumeró las medidas que su departamento, a través de la DGT, pondrá en marcha próximamente, la mayoría de las cuales ya las desveló a comienzos del pasado enero, cuando compareció públicamente para ofrecer los principales datos de siniestralidad vial de 2023 en España. La novedad es que desveló que desde el Ministerio del interior se incorporará el uso del airbag en el equipamiento obligatorio de los alumnos” en los centros de formación de conductores.

Además, recordó que la DGT seguirá recomendando llevar chaleco con airbag para los motoristas y equipará próximamente a con esta prenda a los de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. También indicó que se actualizará el contenido de los cursos de recuperación de puntos incorporando un perfil específico para los motoristas y se pondrán en marcha cursos de conducción segura y eficiente para estos conductores. Igualmente, se revisará el examen práctico para obtener el permiso A (que permite conducir motos de gran cilindrada) con el fin de dar más peso a las pruebas en carretera que en circuito y habrá un curso obligatorio para conductores con al menos tres años de antigüedad del permiso B (coches y vehículos ligeros) y quieran conducir motos de hasta 125 centímetros cúbicos.

Peticiones

Por otro lado, Marlaska pidió a los fabricantes que sigan concienciando a los motoristas en comportamientos seguros, y a los usuarios de las vías públicas, más conciencia sobre la vulnerabilidad de los que viajan en moto. Además, solicitó a los titulares de las carreteras que incorporen a sus auditorías e inspecciones de la red viaria la perspectiva específica de la moto; a las autoescuelas, que especialicen a los profesores en el uso seguro de la moto; y a los ayuntamientos, que incorporen este vehículo a sus planes de movilidad urbana y sostenible, y valoren crear oficinas o unidades específicas de la moto.