"El Reglamento de Conductores ya dice que el abuso o la dependencia supone la pérdida de las aptitudes psicofísicas exigidas para conducir", según ha explicado el director del Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico, Álvaro Gómez.
En este sentido, ha explicado que si en cualquier proceso de renovación del permiso de conducción se detecta una adicción al alcohol no se debe renovar el carnet. "La cuestión está en introducir un componente de salud pública" y es "importante castigar", pero también añadir el "enfoque rehabilitador", ha apostillado Gómez.
Así, la idea es que en personas con una reincidencia elevada y donde se detecte una adicción, se instará a la retirada del permiso siempre condicionada a si posteriormente se pasa por un proceso rehabilitador, con el que se podrá recuperar el permiso.
El protocolo de los Centros de Reconocimiento de Conductores tiene apartados específicos para detectar adicciones, pero son "pocos casos los que se detectan". Por lo que esto supone "ir un paso más allá", ha subrayado.