Las principales dificultades proceden del casi improbable cumplimiento de los objetivos del Plan. Como la evolución del sector del transporte en lo que se refiere con el cambio modal, es decir, del transporte privado al público, y con el ritmo de eletrificación de los automóviles.

El PNIEC estima que, en el futuro, habrá reducciones muy acusadas del uso del transporte individual. Además, de un beneficio del transporte público y una importante descarbonización del ferrocarril. Una serie de objetivos complicados de alcanzar según las previsiones.

El objetivo del crecimiento de la electrificación de vehículos ligeros de aquí a 2030 también parece difícil de conseguir, pues aún existe un coste de venta muy diferencial a favor de los coches convencionales.

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