La Comisión Europea afirma que esta normativa mejorará la calidad e independencia de la homologación en la industria del automóvil, endurecerá los controles de los vehículos para entrar en el mercado y reforzará el sistema con una mayor supervisión europea.
Para el comisario del Mercado de Interior europeo, Thierry Breton, esta normativa hará posible que los europeos conduzcan vehículos menos contaminantes y más seguros, debido a los "controles más estrictos en el sector".
A partir de ahora, la Comisión podrá realizar controles en toda la Unión Europea e imponer multas de hasta 30.000 euros por automóvil a un fabricante si infringe la normativa. La reforma está alineada con el objetivo europeo de promover una movilidad más sostenible y segura.